Cuando se despertó, no sabía bien qué hacer, pero de repente vino a su memoria algo importante.
Se dio cuenta de cosas.
¿Conoces esos días en los que, de golpe, eres consciente de que hay algo importante en tu vida y tal vez no le des la importancia de tal?
Así se sentía; seguramente por primera vez en su vida.
¿Qué hacer para demostrarle su cariño?
Decir "te quiero" cada día suena cursi y falso, pero si no lo dices y sabes que lo sientes, eres cruel y egoísta por guardártelo para ti. Supuso que con demostrar su cariño cada cierto tiempo, o más bien, cuando más se necesitara.
Se vistió casi corriendo, cogió su bicicleta y pedaleó todo lo que pudo hacia alguna dirección, quién sabe donde.
Cuando ya no pudo más, era casi mediodía, y no le quedaba agua, pero sabía qué hacer.
Con la bicicleta de la mano, caminó por un sendero abandonado.
Era un día de junio, de un calor asfixiante, pero se respiraba algo en el ambiente que se salía de lo normal. Un aroma a... ¿lilas, azahar...?
Siguió caminando.
Y entonces, una casa, pequeña pero preciosa en su modestia.
Una gran sonrisa se dibujó en su cara y, decidió que era momento de llamar a la puerta.
- ¿Quién es?
- Sólo abre...
La puerta se abrió y un muchacho, muy parecido a él, apareció.
- He venido solo para... - miró hacia el suelo y levantó la vista - ¿Sabes esa sensación en la que alguien es muy importante para ti y no sabes si tú también lo eres para él?
- Hmm... Alguna vez lo habré sentido, sí. ¿Por qué?
- Solo me lo preguntaba.
- Ah... Es que como se te ocurriera pensar eso de mí... - sonrió - ven.
Se dieron un abrazo, y no tardaron mucho en comprender por qué ni la distancia ni cualquier otra cosa pudo con ellos.
Feliz cumpleaños, Karim :)
Te quiero muchísimo, no lo dudes. Y siempre estaré ahí, cuando lo necesites ( y cuando no, también).
#Marta
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